Enero 2014.

Hay días buenos y días malos, todo depende de la manera en la que los vivas, 

Enero, mes de mi cumpleaños número 15, el día más esperado por toda niña en este país. Todas las niñas sueñan con cumplir quince y que mágicamente las palabras de "Las Mañanitas" cobren sentido y se hagan realidad, es la supuesta transición de la niñez a la juventud,  de los clichés de "Hoy un capullo ha florecido", y todas esas cursilerías sentimentales que dicen los padres cuando su "retoño" "florece"* (*lease haciendo  un ademan de comillas con las manos)

Pero cumplir 15 años significa mucho más que solo ser la nueva flor del jardín de mamá, para mi cumplir 15 es terrorífico, hoy tienes 15, mañana 18, pasado mañana tienes 30 y después 60.

Cuando somos niños, el tiempo es relativo, solo contamos las horas para que empiece nuestro programa favorito, o para comer, o para que llegue la terrible hora del baño* (*en negritas, por que a los 6 bañarse es el peor castigo), una vez que comenzamos a crecer y nuestra conciencia despierta, comenzamos a contar las horas en la escuela, los minutos para que toque el timbre para salir al receso, los segundos que tarda nuestra canción favorita...
Pero a los 15, el tiempo pasa tan rápido que cuando estas con alguien que quieres, 2 horas son 10 minutos, y cuando te sientes atrapado en la oscuridad de tu vida, 10 minutos son una eternidad.
Y eso es lo más terrorífico de la conciencia humana, de saber que estas viviendo y donde estas y que pasa en el presente. El tiempo, crecer, hacerme vieja es lo más aterrador de todo, no poder controlar nada de esto me hace sentir vulnerable y humana, y probablemente me hace sentir viva también, pero eso no cambia el hecho de que it feels so scary getting old.